jueves, 28 de enero de 2021

Leyes y reformas sobre la tenencia de la tierra en Colombia (Cátedra de la Paz-Décimo)

“Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”, gritaba el mexicano Emiliano Zapata a sus seguidores en medio de su lucha en contra de la concentración de las tierras de los latifundistas, a inicios del siglo XX. Cincuenta años más tarde, en Colombia, la guerrilla de las FARC enmarcó su motivación por la revolución y la insurgencia sobre este mismo ideal, empoderando a los campesinos a luchar por la tierra; desde este entonces se desató una guerra interminable que por más de cinco décadas desencadenó secuestros, asesinatos, narcotráfico, corrupción y desigualdad. Sin embargo, el desenlace parece haber comenzado, pues se logró la tregua definitiva y por medio de una serie de acuerdos, las dos partes del conflicto le han prometido al país un futuro mejor y diferente a las próximas generaciones.


Los acuerdos concentran su atención principalmente en el agro, debido a que al haber sido la principal motivación para empezar la guerra es evidente que implementar soluciones para este sector puede transformarse en el motor para la paz. De este modo, en su afán por evidenciar los esfuerzos sobre una “política de desarrollo agrario integral”, el 20 de julio de este año, el presidente Santos aprobó el proyecto de ley 223 de 2015, a través del cual legaliza la creación de Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico (ZIDRES). A grandes rasgos, la nueva ley delimita las zonas especiales del país caracterizadas por su aislamiento, altos índices de pobreza y poca infraestructura. Según el gobierno, con la delimitación de estos terrenos, la Ley pretende generar inclusión social de los campesinos, promover la productividad de la tierra, crear desarrollo económico y social de las periferias, regular la propiedad de los trabajadores del agro, generar empleo rural y garantías de seguridad alimentarias para los vinculantes.

Por un lado, el discurso del Gobierno y el Ministerio de Agricultura parece tomar una postura que promete dignificar el campo colombiano y de este modo, plantea soluciones que busca integrar toda una cadena productiva con trabajadores agrícolas. Además, es importante que la Ley promueve esquemas de negocios serios y formales que deben cumplir con un procedimiento y un control por parte del Estado. Asimismo, el gobierno se jacta de que es la ley más “audaz” en cuanto a la historia del agro del país, ya que enlaza una nueva dinámica de producción agrícola con incentivos crediticios, con el fin de promover inclusión económica y social de los beneficiados.

Por otro lado, es importante anotar que el proyecto de Ley “ZIDRES” ha estado en la mira de académicos, funcionarios públicos y organizaciones campesinas, por la libertad de interpretación que presenta y con el argumento de que va en contravía de lo que pretende el futuro de la Reforma Rural Integral establecida en los acuerdos de paz. La nueva Ley tiene un enfoque hacia la productividad y no hacia la tenencia de la tierra, debido a que la Ley puede presentar una interpretación que habilita a las empresas a adquirir tierras por medio de concesiones casi perpetuas. De hecho, la Ley fue demandada recientemente y la Corte Constitucional aprobó la demanda por el efecto de la Ley ZIDRES que da pie a las empresas a acumular baldíos en vez de ser asignados a los campesinos sin tierras, los cuales deben ser favorecidos según lo dicta la Constitución a través la Ley 160 de 1994.

De este modo, es evidente que la actitud ideológica del gabinete presidencial intercede en este tipo de decisiones legislativas. El Gobierno tiene la noción de que la inversión de capital privado de grupos económicos ya consolidados es la solución para el posconflicto e incidirá en la dignificación del sector primario. Si bien es compresible que la escuela económica neo-clásica del gabinete actual se fundamenta en ideales que prometen la creación de valor para la población a partir de inyecciones de capital y conocimiento, en Colombia no contamos con las condiciones para que esto suceda; actualmente, el país no tiene instituciones de calidad o con la suficiente legitimidad para evitar que los grandes actores económicos sigan acaparando la riqueza y explotando los recursos naturales sin cumplir los compromisos económicos que deben asumir con las regiones. Si el gobierno tiene la intención de generar inclusión social y económica del campesinado colombiano, debería enfocar sus esfuerzos en la creación de proyectos de cooperativas de empresas familiares u otras figuras que involucren al campesinado como empresarios y dueños de sus tierras, tal y como funciona el sector primario en la mayor parte de países desarrollados como Francia, Italia y España, y no sólo como trabajadores agrarios de las grandes corporaciones; éste será un tema de discusión en el próximo articulo que publicaré.


En conclusión, el conflicto colombiano no puede tener un desenlace desarrollando políticas que favorecen los intereses económicos de unos pocos. Esto seguirá contribuyendo a la desigualdad del país, lo cual es el eje del círculo vicioso de la violencia que nos ha atormentado por más de 60 años. Si no hay justicia para el pueblo, no habrá paz para el gobierno. 

Fuente: https://agronegocios.uniandes.edu.co/2016/08/18/ley-zidrez-en-contravia-de-la-paz/

miércoles, 27 de enero de 2021

Migración del campo a las ciudades en Colombia (Historia-Noveno).

La migración del campo a la ciudad es un fenómeno que ha afectado a Colombia desde hace ya varias décadas. Según el DANE, para el año 2000 el 50% de la población que emigraba decidía hacerlo hacia las capitales regionales. La población rural ha migrado a las ciudades por motivos que van desde búsqueda de empleo, estudios, la ilusión de una vida mejor a la vida campesina o por motivos políticos relacionados con el desplazamiento forzado. A esto se suma que alrededor de 4 millones de colombianos han decidido irse del país, y 400.000 de estos están en condición de refugio, es decir que han tenido que huir a causa de persecución política o violencia. Muchas veces el desplazado ha sido percibido como fuente de criminalidad, de desempleo o de economía informal. 


El desplazado ha vivido entonces una doble condición de víctima, enfrentando el despojo y la marginalización social, lo que ha generado un enorme desarraigo debido al no retorno a sus lugares de origen. Según el censo poblacional de 2005, la población desplazada alcanzaba los 10 millones de personas, lo que en un país de 40 millones de personas era el 40% de la población, entre desplazados, migrantes internos y colombianos que decidieron irse a vivir al exterior.

La población migrante y desplazada en las grandes ciudades del país representa el resquebrajamiento de la memoria, la precariedad social y la ilegalidad política. Para 2007, el DANE reportó que en las 13 principales ciudades había una ocupación laboral del 56,6%. Sin embargo, estas cifras no reconocen los campos de trabajo en los que el migrante campesino y el desplazado se ocupan, y que siguen siendo trabajos marginales e informales. Actualmente el 98% de la población desplazada vive por debajo del umbral de pobreza, y de estas el 82,6% en pobreza extrema.

El desplazamiento forzado sigue siendo un problema actual en Colombia. El país está en deuda de reconocer y dar solución a uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia de violencia.


Fuente: https://canaltrece.com.co/noticias/refugiados-colombia-migracion/

martes, 26 de enero de 2021

El circuito de la economía. (Ciencias sociales-Noveno)

 La economía de cualquier territorio funciona como un circuito en el que los productores y los consumidores se relacionan mediante el intercambio en los mercados.

􀂙 Las personas venden su trabajo a las empresas a cambio de un salario con el que las familias obtienen los ingresos necesarios para poder comprar los bienes y servicios que precisan.

􀂙 Las empresas producen y venden esos bienes y servicios a las personas, que los pagan con parte de su sueldo. Esto les permite obtener beneficios que pueden invertir en aumentar su tamaño y producción.

􀂙 El Estado consigue ingresos mediante la recaudación de impuestos. Gracias a éstos puede financiar los servicios públicos que requiere su población (institutos, bibliotecas, hospitales, etc.), así como las infraestructuras (carreteras, líneas telefónicas, aeropuertos, etc.) que, a su vez, facilitan el funcionamiento de las empresas.

Las relaciones entre productores y consumidores producen diariamente flujos de bienes y servicios que se desplazan de unos lugares a otros mediante el empleo de medios de transporte. En contrapartida, se origina igualmente una corriente de flujos monetarios.

Para que la economía sea próspera y dinámica, se precisa que cada uno de los elementos de ese circuito funcione bien. Podemos identificar la situación económica de un país o una región por su capacidad de producción o el nivel de consumo de sus habitantes.

Las relaciones entre productores y consumidores producen diariamente flujos de bienes y servicios que se desplazan de unos lugares a otros mediante el empleo de medios de transporte. En contrapartida, se origina igualmente una corriente de flujos monetarios.

Para que la economía sea próspera y dinámica, se precisa que cada uno de los elementos de ese circuito funcione bien. Podemos identificar la situación económica de un país o una región por su capacidad de producción o el nivel de consumo de sus habitantes.


Los factores de la producción.

La distinta capacidad productiva de las sociedades y los territorios se relaciona con la cantidad y calidad de factores productivos con que cuentan.

Estos factores son de tres tipos:

􀂙 Recursos naturales. Son todos los elementos que ofrece la naturaleza y que poseen una utilidad económica (tierra cultivable, agua, minerales, fuentes de energía, madera de los bosques, etc.).

􀂙 Trabajo. Corresponde al esfuerzo, físico e intelectual, que realizan los seres humanos para obtener bienes y servicios.

􀂙 Capital. Representa los bienes ya producidos y acumulados en un territorio, que a su vez sirven para producir otros bienes. Existen varios tipos:

– El capital financiero, que puede emplearse para comprar materias primas, maquinaria, etc.

– El capital físico, que se presenta en forma de infraestructuras (carreteras y líneas telefónicas) y edificios (fábricas, escuelas y viviendas).

– El capital humano, que es la capacidad productiva de las personas.

– El capital tecnológico, que comprende los conocimientos incorporados al trabajo para hacerlo más rentable o para mitigar su impacto en el medio ambiente.



¿Te has preguntado cómo ven la geografía económica de Colombia las personas de otros países? Puede ser una mirada diferente. Te invito a darle una mirada al siguiente video para que lo comentemos en clases.

(Deja tu comentario sobre el tema).

Características de la Biodiversidad en Colombia (Ciencias sociales-Noveno)

 Fauna

La Fauna en Colombia es uno los aspectos que hace que Colombia sea un país megadiverso, tiene 1.885 especies de aves registradas ocupando el primer lugar en todo el mundo con mayor cantidad de especies; lo que representa el 60% de todas las especies en Suramérica y el 1% de las especies a nivel mundial.

Colombia es el 4to país con mayor cantidad de mamíferos, se tienen registradas al menos 456 especies nativas de las cuales 42 son endémicas. A su vez, es el 5to país con mayor número de primates con 31 especies clasificadas.

Los mamíferos más representativos de Colombia son el tapir andino, el oso de anteojos, el oso perezoso, el mono titi cabeciblanco, el armadillo gigante, el oso hormiguero, el cachicamo sabanero, el venado cola blanca, el trigrillo margay, entre otros.


Flora

La Flora de Colombia es tan variada que se estiman que de las 300mil especies de plantas que hay en el mundo, más de 40mil de ellas están en Colombia; un poco más del 13%.

Asimismo, Colombia cuenta con 1.500 especies de plantas endémicas, es el primer país en el mundo con mayor variedad de orquídeas; y el tercero con mayor variedad de palmas.

La especie de flora más representativa en Colombia es la orquídea, es la flor nacional; y es la que permite que Colombia sea el primer país en el mundo con mayor variedad de orquídeas, con al menos 4.010 especies.

Las palmas también es una especie de flora muy importante dentro de la variedad colombiana; de hecho, es el tercer país con mayor diversidad de palma, se tienen registro de al menos 231 especies.

Más especies representativas en Colombia son los frailejones, magnolias, palmas, bromelias, cactus, pinos, helechos y manglares. La flora más comercial son las rosas, crisantemos, claveles, lirios y hortensias.


Ahora te invito a dar una mirada la siguiente video para que profundices sobre las grandes riquezas naturales que hacen de nuestro país una superpotencia mundial en biodiversidad.

(Deja tu comentario para que lo discutamos en clase).


Fuente de información:

https://encolombia.com/educacion-cultura/geografia-colombiana/biodiversidad-en-colombia/