La economía de cualquier territorio funciona como un circuito en el que los productores y los consumidores se relacionan mediante el intercambio en los mercados.
Las personas venden su trabajo a las empresas a cambio de un salario con el que las familias obtienen los ingresos necesarios para poder comprar los bienes y servicios que precisan.
Las empresas producen y venden esos bienes y servicios a las personas, que los pagan con parte de su sueldo. Esto les permite obtener beneficios que pueden invertir en aumentar su tamaño y producción.
El Estado consigue ingresos mediante la recaudación de impuestos. Gracias a éstos puede financiar los servicios públicos que requiere su población (institutos, bibliotecas, hospitales, etc.), así como las infraestructuras (carreteras, líneas telefónicas, aeropuertos, etc.) que, a su vez, facilitan el funcionamiento de las empresas.
Las relaciones entre productores y consumidores producen diariamente flujos de bienes y servicios que se desplazan de unos lugares a otros mediante el empleo de medios de transporte. En contrapartida, se origina igualmente una corriente de flujos monetarios.
Para que la economía sea próspera y dinámica, se precisa que cada uno de los elementos de ese circuito funcione bien. Podemos identificar la situación económica de un país o una región por su capacidad de producción o el nivel de consumo de sus habitantes.
Las relaciones entre productores y consumidores producen diariamente flujos de bienes y servicios que se desplazan de unos lugares a otros mediante el empleo de medios de transporte. En contrapartida, se origina igualmente una corriente de flujos monetarios.
Para que la economía sea próspera y dinámica, se precisa que cada uno de los elementos de ese circuito funcione bien. Podemos identificar la situación económica de un país o una región por su capacidad de producción o el nivel de consumo de sus habitantes.
Los factores de la producción.
La distinta capacidad productiva de las sociedades y los territorios se relaciona con la cantidad y calidad de factores productivos con que cuentan.
Estos factores son de tres tipos:
Recursos naturales. Son todos los elementos que ofrece la naturaleza y que poseen una utilidad económica (tierra cultivable, agua, minerales, fuentes de energía, madera de los bosques, etc.).
Trabajo. Corresponde al esfuerzo, físico e intelectual, que realizan los seres humanos para obtener bienes y servicios.
Capital. Representa los bienes ya producidos y acumulados en un territorio, que a su vez sirven para producir otros bienes. Existen varios tipos:
– El capital financiero, que puede emplearse para comprar materias primas, maquinaria, etc.
– El capital físico, que se presenta en forma de infraestructuras (carreteras y líneas telefónicas) y edificios (fábricas, escuelas y viviendas).
– El capital humano, que es la capacidad productiva de las personas.
– El capital tecnológico, que comprende los conocimientos incorporados al trabajo para hacerlo más rentable o para mitigar su impacto en el medio ambiente.
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